Lun - Vie 09:00 - 17:00
+54-11-4090-8008info@acidta.org 
Las células madre mesenquimales tienen la capacidad de pre diferenciarse a diversos tejidos, para regenerarlo. En este caso en particular pueden aplicarse pre diferenciadas a células productoras de tejido tendinoso y óseo, en combinación con linfocitos activados, por inyección directa en las articulaciones que conforman el manguito rotador en el hombro.
En una primera instancia, el material celular controla el proceso inflamatorio para detener el daño y generar un ambiente propicio para la reparación del tejido comprometido.
La reparación se cumple mediante la transformación de las células madres implantadas en el tejido objetivo: los tendones y huesos del hombro. Se activa entonces un proceso de reparación del disco que subsana el daño de la articulación.
La terapia celular es idónea para aquellas personas que no están aptas para tolerar una cirugía por causas clínicas (edad avanzada, compromiso cardiovascular o cualquier otro factor de riesgo asociado) o en aquellas que eligen no operarse.
Luego del implante del material celular, pasados los primeros 10 días se complementa el tratamiento con un programa de rehabilitación dirigido a la reeducación de los músculos involucrados en el movimiento del hombro.
Por las características no quirúrgicas del tratamiento, el implante celular guiado por ecografía no puede aplicarse cuando la ruptura del tendón es completa. En estos casos puede utilizarse como coadyuvante en el procedimiento quirúrgico.
Nuestra experiencia clínica ha demostrado que pueden recuperarse casos críticos de esta enfermedad al combinarse la terapia celular con un programa intensivo de kinesiología. A continuación, se presenta el caso de un paciente que recibió dos implantes y pudo reducir el dolor y recobrar la movilidad.
Es una enfermedad que se genera por la lesión de los tendones que conforman las articulaciones del hombro.
La sobre carga de estos músculos por periodos prolongados, traumatismos directos o la degeneración del tejido asociada a la edad son las causas más frecuentes de este cuadro.
El dolor y el déficit en los movimientos son consecuencia de desgarros parciales o totales de los tendones involucrados y del compromiso muscular.
De acuerdo al nivel de daño sufrido, las lesiones del manguito rotador se pueden clasificar de distintas formas y requieren un nivel de atención particular.
